Metodo Feldenkrais®

En la Integración Funcional (sesión individual) la profesora guía movimientos a través del contacto con las manos en una camilla especializada y puede dar consignas también con la voz.

En esta la interacción constante entre el alumn@ y la profesora, el alumn@ pide específicamente, si lo quiere, lo que quiere mejorar: dolor, postura, coordinación, equilibrio, afectaciones neurológicas, afectaciones en el desarrollo del bebé /niño, mejora del rendimiento en el deporte, danza, música, …

Con este método único se trabaja el rol del sistema nervioso en el movimiento. Incidimos en el tono muscular general, se aumenta la amplitud de los movimientos, mejora la coordinación y la organización corporal, se evita la fricción articular y se reparte el peso equitativamente, se alivian tensiones musculares, se intensifica la eficacia de los movimientos y bienestar, más allá de los patrones habituales.

En las sesiones individuales de Integración Funcional podemos abordar casos de:

• Afectaciones neurológicas
• Problemas de desarrollo y/o coordinación
• Nacimientos prematuros
• Lumbalgia
• Cervicalgia
• Hernia discal
• Artrosis / deterioro motor
• Afectaciones en las articulaciones
• Fibromialgia

© International Feldenkrais Federation®. Producido por Marcela Bretschneider. Tots els drets reservats.

En las sesiones de Autoconciencia a Través del Movimiento (en grupo) la profesora guía hablando (sin ejemplo) series de movimientos con atención. Las clases se pueden realizar presenciales u online. Hay que llevar ropa cómoda y cálida que permita el movimiento, y una colchoneta.

Moshe Feldenkrais dejó más de mil lecciones que nos ayudan a explorarnos desde una perspectiva basada en la biomecánica, el desarrollo y la naturaleza del sistema nervioso. Con ellas podemos explorar los hábitos instalados en la respiración, los ojos, la mandíbula…

Clases semanales, consulta los horarios de los grupos activos en La Clínica Verda.

Todas las edades desde el nacimiento hasta la vejez se pueden beneficiar:

• Personas que trabajan siempre en la misma posición y/o sienten alguna limitación en los movimientos de su vida cotidiana. Personas que trabajan en movimientos repetitivos y/o en la misma posición de forma habitual. Bailarines, músicos, actores, deportistas, …
• Cuando hay dolor y/o lesión: cervicalgia, lumbalgia, ciática, escoliosis, hernia discal, fibromialgia, patología de la rodilla, patología de la cadera, afectación de la mandíbula…

• En afectaciones neurológicas y/o afectaciones genéticas: parálisis cerebral, paraplejía, tetraplejía, hemiplejía, tumor cerebral, Síndrome de Down, acondroplasia…
  
• En patrones posturales fijos: tortícolis congénita, posición con hombros adelante y espalda curvada (cifosis), niños que se sientan en el suelo con los pies hacia fuera y las rodillas hacia dentro…
• En patrones de movimiento fijos: bebé que voltea solamente hacia un lado, bebé que no realiza los cambios posturales (boca arriba, boca abajo, de estirado a sentado y viceversa, sentado a pie…), niño que culea o no gatea, niño que camina con uno o dos pies adentro, caídas recurrentes, desequilibrio, poca coordinación…

En el acompañamiento que el Método Feldenkrais® ofrece a los pacientes de Dentosofía (sesiones grupales e individuales):

• Se acompaña en el proceso de transformación. El trabajo ayuda a consolidar los cambios que aparecen, que pueden presentarse en otras zonas del cuerpo y experimentarse como dolores o novedades a las que no encontramos cómo adaptarnos. Nos permite ir poniendo conciencia tanto a los nuevos patrones de funcionamiento como a los antiguos.
• Se integran los cambios que ocurren en la dentosofía en la globalidad de la persona. Con el tratamiento ampliamos la conciencia corporal y la incorporamos a las actividades de la vida diaria (movimiento, mente, entorno).

• La profesora ayuda a sacar el potencial oculto del alumno (no hablamos de paciente, ya que forma parte activa del proceso). Utiliza una camilla especializada para ampliar la conciencia corporal: tocando, movilizando las diferentes partes del cuerpo y en ocasiones pidiendo movimientos activos. La profesora entiende a la persona como un todo: su forma de moverse, las zonas más tensas y las más flácidas, cómo mira y cómo interactúa, cómo se expresa…
  
• No se enseña la forma correcta de moverse. Explorando y experimentando todas las maneras posibles, con diferentes articulaciones del cuerpo, diferentes coordinaciones y diferentes maneras de respirar, ayudamos a que se ponga en marcha un proceso de aprendizaje. De esta forma se desarrolla la capacidad de adaptarnos a cada situación (entorno y emoción) y a escoger el más óptimo en cada momento, ya que tenemos un abanico de posibilidades mucho más amplio.